La institución que se ha convertido en prisionera de la recaudación atraviesa por un problema grave y una crisis de identidad no menos seria. El propósito de una estrategia de recaudación de fondos es, precisamente, posbililitar el cumplimiento de la misión sin subordinarla a aquella. De ahí que quienes administran estas entidades ya no hablen de "recaudación", sino de desarrollo de fondos. Recaudar es salir con una escudilla a pedir limosna, impelidos por la magnitud de la necesidad. Desarrollar fondos es crear un grupo de interesados que sostenga la organización porque esta lo merece.
(Dirección de entidades sin fines de lucro, segunda parte, p. 3 - 1990)