Hoy día, la capacitación no es un privilegio de pocos. Encuentras aquí, lecturas completas sobre los temas que te propongo.
En caso que necesitaras un asesoramiento personalizado, puedes escribir aquí. Y te contestaré a la brevedad.
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También puedes escribir, aquí mismo, a través de los Comentarios en cada una de notas y tendrás tu respuesta.
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Desarrollo personal y
liderazgo
En todos los temas donde se mencione el
desarrollo personal, seguiremos lo que dice Steven Covey cuando habla de la
Ética de la Personalidad
y de la Ética del Carácter[1].
En el libro, Stephen Covey dice que no se
puede ser un verdadero líder, si antes no se sabe liderarse a sí mismo. Y para
esto, es necesario realizar cambios profundos y pensando en el largo plazo en
si mismo y en la propia vida. Antes de exigirlos a los demás.
También dice que existe un
solo tipo de liderazgo. Habitualmente suele asociarse liderazgo a líder
carismático, el que parece que es simpático, atractivo, genial, ¡al que todos siguen!... que es uno de los tipos.
Un líder carismático es el que se
aparece en un lugar y con su sola presencia resulta simpático, atractivo. Se
pueden dar ejemplos de liderazgo negativo, que suele ser nefasto por el poder
de arrastrar a las masas, como ejemplo Adolf Hittler. O ejemplos positivos,
como el Papa Juan Pablo II que convocó a los jóvenes a darle un sentido más profundo a la vida.
El liderazgo de influencia es otro de
los tipos de liderazgo.
La característica que tiene es que no se presenta en
forma pública de modo atrayente o simpático. Quizás no sea una personalidad que
resulta llamativa. Sin embargo, al momento de tomar decisiones es consultado
por ser reconocido en su campo de actuación por la gente que lo rodea.
¿Liderazgo de la OFS
o liderazgo de cada miembro?
No puede existir un liderazgo social de
cualquier organización con fin social (OFS) en el vacío. Los miembros de
cualquier organización con fin social (OFS) deben ser, primero, líderes de si
mismos para poder posicionar la
OFS entre otras. Y esto siguiendo en coherencia con lo
mencionado sobre los estilos de liderazgo en el punto anterior.
Una organización con fin social (OFS)
no puede ser líder en el vacío. La organización con fin social (OFS) tiene
influencia en su entorno si logra que cada miembro descubra, desarrollo y
encauce su potencial de liderazgo.
Pero a su vez, los miembros una
organización con fin social (OFS) deben estar identificados con la razón de ser
de la organización con fin social (OFS) y convencidos del valor de la misión
que les permite continuar en el tiempo.
Con este juego de identificación mutua,
los miembros del OFS serán identificados con la OFS y a la inversa. Y si ambos potencian los
aspectos positivos de esta
identificación y pueden compensar o al menos administrar los aspectos
negativos, esto resulta en un posicionamiento real de la organización en su
entorno inmediato y mediato.
[1] Covey,
Stephen, Los siete hábitos de la gente
altamente efectiva, Covey Leadership Center, 1998, pp. 26 – 32.
Responsabilidad Social
todos podemos cambiar algoLa sucesión de hechos constantes y continuos en la vida cotidiana produce los cambios trascendentales de cualquier sociedad. Es la teoría del vuelo de la mariposa. El vuelo de una sola mariposa, volando en oriente, moviliza tanto aire, que sumado al todas las otras mariposas en vuelo, puede provocar, en occidente, un huracán. Ésta es la teoría que nos debe movilizar básicamente, si deseamos influir en la sociedad en la que nos movilizamos. Yo también puedo hacer algo para cambiar la sociedad.
Frente
a aquellas situaciones que se nos presentan cotidianamente: corrupción,
niños en la calle, falta de educación, etc. podemos asumir dos posturas
igualmente dañinas:
1- La indiferencia: fruto de pensar que, frente a tantos males uno no puede hacer nada.
2- La desesperación y la crítica constante de la situación sin tomar una decisión concreta.
En ambos casos no se llega a un resultado ni a una solución real. Esta dos posturas provienen de pensar: Ante tanto mal y tan compleja situación, “¿Cómo hago para cambiar todo esto?”
Cambiar una sociedad entera parece imposible. Pero si tomamos conciencia que sólo se nos pedirá cuenta de aquellos cambios que tuvimos la posibilidad real de hacer y no hicimos, veremos que la situación es más sencilla. En realidad debemos hacer sólo aquello que nos sucede en cada momento.
Estas oportunidades se nos presentan cotidianamente.
Hay una tarea, un lugar en la vida que solamente yo puedo ocupar, vidas en las que puedo influir. Hay una porción en la construcción del mundo que, grande o pequeña, sólo yo estoy llamado a hacer y que, sin mí, esa parte queda inconclusa.
Basta observar las circunstancias donde la acción de uno puede ser determinante: decidirse en uno u otro sentido al aconsejar a un cliente, las decisiones empresarias que afectan a empleados, al medio ambiente y a otras instituciones con que se relaciona la organización… Todas estas decisiones influyen cotidianamente…. En cierta manera dejan una huella, IMPRIMEN CARÁCTER
Si yo no cumplo mi responsabilidad ¿quién lo hará por mí?
¿Cuál es esa tarea? He ahí la cuestión shakespeariana Ser o no ser. ¿Tomar una decisión adecuada o dejarla pasar?
Asumir una postura ética
La importancia de asumir una postura ética radica en dos cuestiones que son profundamente importantes para cada persona
- le da un sentido más profundo a nuestra vida.
- las decisiones que tomemos tendrán un sentido trascendente.
El sentido ético de la vida y su trascendencia producen, en quienes las asumen, una razón profunda para vivir. Ante situaciones que les exijan compromiso, asumirán una postura ética. En otros casos, donde la ética se vive como una norma extrínseca de vida, las circunstancias comprometedoras producen que se abandone la norma ética.
Muchas personas con muchas acciones éticas, podemos cambiar la sociedad. Uno solo, quizás no. Pero agrupados en organizaciones con fines sociales, con otras personas éticas, podemos lograr un ser humano cambiado. Esta postura produce, como consecuencia práctica, el cambio social buscado.
¿Cuàl es la diferencia entre liderar un grupo y manipularlo?
Liderar es estar al servicio del grupo. Pensando el grupo como comunidad de personas.
Manipular
un grupo de personas es querer que esas personas estén al servicio de
las propias ideas. Que se note que es quien tiene la razòn y puede
obligar.
Liderar
es considerar las necesidades particulares de cada integrante del grupo
y medirlas, prudencialmente, en relación al bien común.
Manipular
es considerar al grupo como una masa de músculos y huesos animados que
debo manejar para que logren el objetivo que el que está a cargo intenta
imponer.
Liderar es conocer el grupo.
Manipular es querer que todos me conozcan.
Pueden mencionarse muchas más diferencias entre liderar y manipular.
Lo importante es reconocer la esencia fundamental que las distingue:
la atención por el otro en particular.
El manipulador quiere servirse de los demás para lograr sus propios objetivos, aunque se disfracen de buenas razones.
El
líder intenta lograr los objetivos con el grupo de personas que tiene,
con sus defectos y virtudes, midiendo los esfuerzos que exigirá a cada
uno.
Si
lo objetivos son inalcanzables, por cualquier razón, no esfuerza el
grupo humano hasta la frustración y el desgaste como lo hace el
manipulador. Antes bien, corrige el objetivo en el plazo para alcanzarlo
o en la altura de la meta que se habia propuesto.
Esto
requiere atención, esfuerzo, delicadeza, amabilidad con todos, estar
atento a todo lo que hacen los demás, paciencia infitina y trabajar el
doble de los demás intentando anticipar las dificultades que puedan
presentarse.
Esto es estar al servicio de los demás, del grupo y de los objetivos.
¿Es fàcil?
¡NO! Nadie dijo que lo fuera.
Pero, para el que está llamado a este servicio, está lleno de satisfacciones si logra cumplirlo con esta plenitud.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- liderazgo basado en la estupidez:
el que se convence que, porque tiene EL CARGO, tiene la autoridad sobre la gente.
Y que por eso, tiene el derecho-deber de obligar a todos a hacer lo que le parece. Sin conocer la gente, el lugar, los conflictos ni la historia de las relaciones en el lugar.
Eso es basarse en la estúpida creencia que mandar y hacerse obedecer forzando las cosas, da autoridad y reconocimiento de mando.
Sea líder!! aprenda que servir es liderar. Y que si tiene el cargo, lo mejor es empezar poniéndose al último.
Recocimiento, influencia, mando, ser obedecido viene solo. Si tiene auténticas virtudes de liderazgo y autoridad moral sobre los demás.
Tener "el cargo" dá una especie de autorización jerárquica para avalar o no ciertos hechos institucionales. Lo que no significa automático reconocimiento de todos de que lo que hace, vale. Ni que debe ser automáticamente seguido y obedecido si no hizo nada para ganarse el lugar.
Una cosa es el aval legal para mandar y otra el lograr ser obedecido, con libertad y reconocimiento de parte de quienes lo siguen.
No se haga ilusiones, por lo menos, un año despuès de llegar a un lugar, algo puede llegar a conocer. Y 5, 6 o 10 años después que se vaya, todavia se dá cuenta que conoce muy poco.
Por eso, querer mandar y esperar ser obedecido sin un aval moral... es una pura ilusión.
Sea realista... si quiere ser líder... sepa que deberá ser el que más trabaje, el que menos se note que lo hace y a quien menos se valore...
Si le pasa esto, quiere decir que entró en el camino de lograr algo, alguna vez. Quizás en 20 años.
Los homenajes y reconocimientos: espèrelos para los 90 años, si llegamos vivos. Y si son valiosos de verdad, llegan despuès de muerto.
Asi que mejor... ¡no preocuparse!
Como se dice habitualmente, si le parece que le encomendaron una función divina y quiere ser un verdadero líder, no se va a enterar hasta ver los homenajes desde El Más Allá.
Tranquilo. Antes o despuès, todo llega: mando, obediencia, homanjes, ser respetados, etc. O llega la muerte, antes.
Lo importante es que ¡sigamos aprendiendo cada vez!
Siempre hay algo nuevo.
¿Los resultados? Unad veces, por nada, se arma algo. Y otras, por mucho, no logramos nada.
Suelen no depender del esfuerzo que le pongamos a la cosa!
¡Y quizás no queda otra que verlos desde el Cielo!.
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¿Racionalidad abstracta en la Toma de Decisiones?
Introducción
Ha
lo largo de los siglos el concepto de racionalidad ha sido puesto en
discusión. Lo mencionan los filósofos presocráticos, Sócrates, Platón,
Aristóteles, la escolástica, el tomismo, Descartes y pensadores
modernos. Más recientemente otras escuelas de pensamiento como el
positivismo, pragmatismo, la fenomenología, Marx y sus seguidores.
También
las escuelas psicológicas han tomado el concepto de racionalidad y, a
partir de él, se definen cuestiones tan trascendentes para la vida
personal como establecer el grado de salud o enfermedad psíquica.
En
las ciencias económicas, en sus tres ramas, Economía, Administración y
Contabilidad se toma un ideal de “racionalidad” para dar normas acerca
de la toma de decisiones y mediciones.
Es
a partir de estas cuestiones, (y de los fracasos en las decisiones
tomadas según estos criterios), que surge dentro de la Administración,
la Teoría de las Decisiones.
Presento
en este trabajo una recopilación de autores para mostrar un límite
entre la racionalidad como idea filosófica y la racionalidad entendida
como concepto de la Psicología y del comportamiento en Administración.
Sección I - Concepto de Racionalidad en la filosofía
La
racionalidad, como idea filosófica, afecta el mundo de las ideas y de
los conceptos. Y en el caso de la psicología y de la Administración, la
racionalidad entendida como las cuestiones prácticas que se presentan al
momento de decidir.
Con
el fin de mostrar sus implicancias para la teoría de las decisiones
presentada por el Prof. Pedro Pavesi voy a usar el texto “La Decisión”.
Presentaré su toma de postura respecto de la racionalidad en cada uno de
esos campos disciplinares: la filosofía, la psicología, la economía y
administración.
Termino
exponiendo la solución arribada por el Prof. Pedro Pavesi respecto de
la toma de decisiones, que dieron origen a la Teoría de las Decisiones
como campo de estudio digno de profundizar.
Desarrollo
Sección I - Concepto de Racionalidad en la filosofía
René
Descartes fue la causa de la división que se produce en la filosofía
acerca del ser del hombre. Este pensador divide al hombre en res
cogitans y res extensa al intentar formular una explicación acerca de la
interacción entre mente y cuerpo. Dice Descartes que una dimensión del
hombre es la que piensa y otra es la dimensión corporal. Ante las
críticas, dice que la unidad entre ambas dimensiones reside en la
glándula pituitaria.
Descartes
intentaba explicar la relación que existe entre aquellos pensamientos
que son fruto de percepciones sensoriales. Y cómo es que se produce la
idea en el campo intelectual con base en las percepciones sensoriales.
Por ejemplo: Como puede una persona deducir la idea general de qué es un
helado, a partir de alguno que ha probado o ha visto, sin necesidad de
probar todos.
Conciente
de esta debilidad en su filosofía, Descartes, dice que la unidad entre
las dos dimensiones que propone es la glándula pituitaria. Sin embargo
no logra dar una explicación completa.
“Decidir es, a los efectos de estas lecturas, realizar un proceso mental, deliberado, voluntario, sistemático, a través del ejercicio del raciocinio, con la finalidad de elegir un curso de acción (y sólo uno) entre un conjunto de cursos de acción alternativos”
Teoría de las decisiones
- BONATTI, Patricia, Propuesta de un modelo integrador, capitulo 10,
- BUNGE, Mario, " Status epistemológico de la Administración" en SCARANO, Eduardo (comp.), “Metodología de las ciencias sociales : lógica, lenguaje y racionalidad”, Ediciones Macchi, 1999
- BUNGE, Mario, “La ciencia, su método y su filosofía”, Siglo Veinte, 1986
- BUNGE, Mario, “Sociología de la ciencia”, Editorial Sudamericana, 1998
- CASTELLANI, Leonardo Th D., “Psicología Humana”, Ediciones Jauja, 2005.
CASTELLANO, Nélida, “metodología para el estudio científico de la Administración”, Eudecor, 1997.
- DE PABLO, Juan Carlos, “Después de Kahneman y Tversky; ¿Qué queda de la Teoría Económica?”, Revista de Economía y Estadística Vol. XLIII(1) - Año 2005, Instituto de Economía y Finanzas - Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Nacional de Córdoba. Puede leerse en versión digital en http://www.eco.unc.edu.ar/ief/publicaciones/economestadistica/2005_43_n1/3_55-depablo-impr.pdf . (Pagina visitada en Mayo de 2009)
- ELSTER, Jon, “Sour grapes – studies in the subversión of rationality”, Cambridge University Press.
- GAITÁN, Leandro, en Ballesteros, Juan Carlos Pablo, Introducción a la Filosofía, Editorial UCSF, 2007, p.218.
- GARDNER, Howard “Mentes Líderes, una anatomía del liderazgo”, - Emma Lankin, Editorial Paidós, 1995.
- GELI, Alejandro y otros, Teoría e investigación en Administración – Homenaje al Prof. Dr. Pedro F. Pavesi”, Ediciones Macchi, 2003
- GOLEMAN, Daniel, “La Inteligencia Emocional”, editorial Javier Vergara Editor, Buenos Aires - Madrid, 1996.
- LUCAS LUCAS, Ramón, “El hombre, espíritu encarnado”, Atenas Ediciones, colección Síntesis, 1995
- PAVESI, Pedro “La Decisión”, Ediciones Cooperativas, agosto, 2000
- PAVESI, Pedro F. J., “Lo normativo y lo descriptivo y su conflicto en las praxologias: el caso de las teorías de la utilidad (de predicadores y pecadores)”, Editorial Universidad de Buenos Aires - Facultad de Ciencias Económicas, 2004
- PAVESI, Pedro, “Cinco problemas prácticos sobre algunos problemas del decidir”, Alta gerencia – Management, año 1 tomo 1, pp. 15-30
- PAVESI, Pedro, Psicología de la Decisión (I), Apunte de cátedra, 1989.
- RÍOS SALÍA, Jorge, Deficiencias de precisión de la terminología científico – técnica de la Administración: un obstáculo al desarrollo del conocimiento administrativo”, Facultad de Contaduría y Administración, Universidad Autónoma de México, México.
- SCARANO, Eduardo (comp.) “Metodología de las Ciencias Sociales: Lógica, lenguaje y racionalidad” Macchi, Buenos Aires, 1999.
- SENGE, Peter, “La Quinta Disciplina”, Editorial Granica, Buenos Aires, 1998.
“La
argumentación utilizada por Descartes para explicar la interacción
entre mente y cuerpo suscita muchas preguntas, y constituye sin lugar a
dudas, uno de los puntos más débiles de su filosofía. En efecto, ¿qué
características específicas tienen las transacciones acontecidas en la
glándula? ¿Qué tipo de mensajes envía al cerebro? ¿Qué tan fiel es la
interpretación hecha por la mente de los signos presentados pro el
cerebro? ES evidente que el problema mente-cuerpo no queda en absoluto
resuelto con el argumento de la glándula pineal, pero esta “laguna” del
sistema cartesiano quedará presente en la historia de la filosofía como
una permanente invitación a la búsqueda de una respuesta consistente al
problema de la “interacción””.
Hume
sigue a Descartes en este sentido, intentando explicar la racionalidad
humana y cómo se puede definir. Al igual que todos los autores modernos,
lo inquieta La Razón como fuente de certezas. Y a su vez como
explicación racional del mundo, base del conocimiento científico, tan
exitoso en esos años (Inicio de 1600 para Descartes y 1700 para Hume).
Sin
llegar a una conclusión definitiva acerca de la razón y la
racionalidad, Comte y sus seguidores renuncian a la metafísica para
buscar la explicación de las causas últimas de la ciencia y comienza el
positivismo.
Y,
dentro de la escuela norteamericana, “El Club de los Metafísicos” no
logra resolver esta cuestión y comienza la escuela pragmática
norteamericana.
Profundizar
la historia de la filosofía no es el fin de este trabajo. Pero en este
somero repaso, podemos ver en esos que no ha sido una materia sencilla
explicar qué es la racionalidad.
Ha sido materia a la que se han abocado principalmente los autores modernos.
Y
en la posmodernidad actual tampoco se ha llegado a una conclusión
definitiva, aunque hay vigentes muchas escuelas de pensamiento
filosófico.
Sección II - Concepto de racionalidad en la psicología.
Desde
el siglo 19 y, principalmente, durante el siglo 20 con los estudios que
ha hecho la psicología se suma otra dificultad, que es evidencia de la
complejidad del tema.
Ya
no es sólo materia filosófica la racionalidad del hombre, sus
pensamientos y afectos, sino que además, existe una nueva ciencia que
tiene como objeto especifico de sus estudios la psicología humana.
Por lo cual se cuestionó nuevamente el concepto de racionalidad para lograr delimitar si esta era (o no) una nueva ciencia.
Howard
Gardner es uno de los autores vivos más importantes de la Psicología
contemporánea. Pertenece a la escuela norteamericana denominada
Psicología Cognitiva. En esta corriente se relaciona el funcionamiento
del cerebro humano y la capacidad para adquirir competencias y destrezas
intelectuales y emocionales.
Daniel
Goleman un psiquiatra que investigando acerca del cociente intelectual,
descubre la importancia de la inteligencia emocional para tomar
decisiones adecuadas en la vida..
La
tesis del libro de Daniel Goleman, “La inteligencia emocional” se
centra en por qué las personas de éxito no siempre son aquellas con
elevado coeficiente intelectual. El quiere mostrar que el CI no es un
buen predictivo del éxito en la vida de una persona. Y que, aquellas
personas con grandes éxitos académicos, no necesariamente saben
organizar adecuadamente su vida personal y “timonear” las emociones.
Según
el autor, el cerebro está organizado en diferentes estratos. Los
estratos inferiores son los más primitivos y reaccionan emocionalmente a
los estímulos exteriores. Miedo, ansiedad, angustia, ira surgen
espontáneamente ante situaciones que actúen como disparadores.
Los
estratos superiores del cerebro corresponden a un desarrollo posterior
del hombre y responden a ideas y conceptos que surgen en la mente como
consecuencia de razonamientos.
Por
lo cual, hay situaciones donde primero surge el impulso, y luego la
razón debe dominarlo. Este dominio de las reacciones es fruto del
esfuerzo sostenido en la autoeducación. Y esta ejercitación es la que
permite ir tomando mejores decisiones a lo largo de la vida.
En
Gardner, los temas que se presentan han sido cuestiones mentales e
intelectuales sobre conocimiento los modelos, internalizarlos y
ejercitarlos. Sin
embargo, no basta con “saber” en el sentido de conocimiento conceptual,
sino que debe llevarse a la práctica para comprobar su eficacia. Y,
al ejercitarse, es donde se encuentra que, las emociones y pasiones
sobrepasan y “asaltan”- como dice Goleman- a las ideas, arrastrando a la
persona en pos de sí.
Sección III - La racionalidad en el pensamiento económico
La
racionalidad para la toma de decisiones no es un tema menor dentro de
la ciencia económica. El supuesto racional de la toma de decisiones ha
sido, desde el inicio de la Economía como ciencia, una cuestión muy
tratada por los autores. Pero su explicación como criterio para la toma
de decisiones no ha llegado a una respuesta pacífica.
Este
supuesto se ha definido como criterio diciendo que las decisiones
económicas son fruto de una decisión pensada y razonada, sin ser
afectados por afectos o impulsos, con una fuerte base en la lógica -
matemática. Como en Daniel Bernuolli y en Adam Smith.
Como
esta definición fue insuficiente con el paso del tiempo se precisaron
como criterios para tomar decisiones racionales fundadas la máxima
utilidad, entendiendo utilidad como dinero que es ganado en cada
decisión o como utilidad asimilándola a máxima satisfacción.
Sin
embargo, se comprobó que, en la práctica, no siempre es posible la
máxima utilidad, por lo que se comenzó a utilizar el criterio de
optimización. Es decir, tomando la mejor decisión, aunque en dinero, no
sea la de máxima utilidad.
El cambio del criterio de maximización de utilidades a optimización, o de subóptimos, tiene como fin corregir esos desvíos. Jon
Elster en “Sour Grapes – studies in the subversión of rationality” dice
lo siguiente cuando critica la racionalidad en la economía teniendo en
cuenta la psicología de cada persona.
“(…)
En segundo lugar, podemos contrastar con resultado el hombre racional y
el hombre económico. El primero abarca el sentido fino que estamos
debatiendo ahora-no es otra cosa que la preferencias consistentes y
(para anticipar) planes consistentes-. El segundo es una criatura mejor
armada, con preferencias que no sólo son consistentes, sino completas,
continuas y egoístas. Para estar seguros, los economistas han
estructurado una gran variedad de modelos abarcando preferencias no
egoístas, pero sus reflexiones se hacen, no obstante, para contener las
derivaciones aparentemente no egoístas del comportamiento de las
preferencias egoístas.
Esto
puede ser una buena estrategia de investigación: cuando quiera explicar
una conducta: asuma primero que es egoísta; si no egoísta, al menos es
racional; y si no es racional, entonces es, al menos, intencional. Pero
puede no haber manera de justificar lo sustancial de la hipótesis, que
todas las formas de altruismo, solidaridad y sacrificio realmente son
maneras ultra- sutiles de interés egoísta. Excepto por la pirueta
corriente de decir que la gente se interesa por los sufrimientos de los
otros porque es una manera de evadirse de sus propios sufrimientos. Y
aún a esta pirueta, como ha remarcado Allan Gibbart, puede objetarse que
los minimizadores de sufrimientos pueden usar más eficientemente sus
objetivos en otras cosas que en ayudar a otros.” (…)
Presento
el texto completo porque me parece una genialidad la ironía con que
critica al hombre económico, desde el sentido común. Sin entrar en
discusiones filosóficas ni económicas, ridiculiza la banalidad del
hombre puramente racional que es el modelo de “el decisor” en cuestiones
económicas.
Kahneman,
psicólogo cognitivista, obtuvo el Premio Nobel de Economía en 2002 “por
haber integrado percepciones de la investigación psicológica, dentro
del análisis económico, especialmente el juicio humano y la decisión
económica bajo incertidumbre”. En sus investigaciones trabajó en
conjunto con Amós Tversky que ya había fallecido al momento de otorgarse
el famoso Premio.
Juan Carlos de Pablo, hablando de los dos autores, dice algo con firmeza
“Las
limitaciones de la capacidad humana para procesar información, la
incertidumbre inherente al futuro, el costo psíquico de tomar
decisiones, son suficientemente importantes como para afirmar que, no
importa cuán enquistada esté en el eje principal del análisis económico,
la hipótesis de la maximización de beneficios o utilidad, en un mundo
de certeza, o del valor esperado de los beneficios o utilidad, en un
mundo de riesgo, no sirven para entender muchas cosas. Y si no sirven
para entender, mucho menos sirven para iluminar la acción.”
Esto es en las ciencias económicas en general.
Sección IV- La racionalidad en la ciencia de la Administración
Peter Senge , en su libro “La Quinta Disciplina” no muestra directamente el tema de la “racionalidad”.
Senge
escribe sobre la importancia del modelo mental y los paradigmas, y
subyace un modelo de racionalidad y de cómo es el sujeto que dedice.
Habitualmente,
este libro es empleado porque contiene una visión sistémica de las
organizaciones. Sin embargo pareciera que, previo a esto, la idea
central, en su pensamiento, es que el modelo mental o paradigma mental y
el dominio personal son fundantes de todo el aprendizaje
organizacional.
Los
ocho primeros capítulos del libro (casi un tercio) hablan de modelos
mentales y dominio personal. Por momentos en modo explícito y por
momentos es la idea subyacente. Aunque recién los trata específicamente
en los capítulos 9 y 10.
Los
paradigmas son estructuras mentales que filtran la información que nos
llega desde el mundo exterior. La ventaja que tienen es que nos permiten
captar con mayor rapidez la información para la que estamos
predispuestos y filtran el resto para lograr una mayor rapidez de
análisis. Sin embargo su desventaja radica, precisamente, en que si es
un modelo excesivamente sencillo, no nos permitirá captar la complejidad
de la realidad que nos circunda. Y aquí radica la hipótesis de Senge,
en complejizar los sistemas insertando otras variables de análisis.
Los criterios mencionados hasta ahora nos aproximan al tema de la racionalidad.
Pero son insuficientes.
Dentro
del campo de la Administración, ya que no se trata de un análisis
general de las decisiones económicas, sino que debe dar criterios para
las decisiones concretas diarias.
Sección V - Pedro Pavesi y su teoría de la decisión
Las secciones anteriores - secciones I a IV – tienen como fin enfatizar el esfuerzo intelectual del Doctor Pedro Pavesi.
La
variedad de disciplinas involucradas en la racionalidad de la toma de
decisiones implica establecer un criterio demarcatorio a partir del cual
construir toda una teoría.
Pavesi
ha demostrado que puede hacerse todo un campo disciplinar de estudio
respecto de esta temática diferente de otras disciplinas.
Que
no es una mera cuestión técnica sobre “el número” que debe definir una
decisión en un sentido o en otros. Como podría hacerse en Investigación
Operativa. Tiene
todo un soporte teórico con un fuerte fundamento en la psicología y en
la filosofía, y que aporta nuevos conceptos para toma de decisiones
estructuradas y no estructuradas. En su trabajo “Cinco problemas prácticos sobre algunos problemas del decidir” define lo que es decidir:
“Decidir es, a los efectos de estas lecturas, realizar un proceso mental, deliberado, voluntario, sistemático, a través del ejercicio del raciocinio, con la finalidad de elegir un curso de acción (y sólo uno) entre un conjunto de cursos de acción alternativos”
En
el texto “La Decisión” quedan explicitadas en varios capítulos las
posturas asumidas en cada uno de los campos de conocimientos mencionados
en las secciones I a IV.
El criterio psicológico que asume con este fin está explicitado en su apunte “La Decisión”, en el capítulo 3 - “El decididor”. El criterio filosófico está explicitado, capitulo 8 - “La racionalidad”. Además
muestra tener un concepto subyacente en sus escritos, sobre el ser del
hombre decididor, un criterio antropológico, que es explicitado en el
capítulo 9 “La subjetividad”. En el capitulo 10 delimita su Teoría de las decisiones: “Descripción y prescripción en la teoría de las decisiones”. Explicita
su ideología política en el capitulo 12 “la ideología política de
nuestra teoría” haciendo muestra de una gran honestidad intelectual y de
deseo de clarificar a sus lectores sobre los postulados en los que
asienta su teoría. Cosa que pocos autores logran.
La razón instrumental mínima
Comprendiendo
la complejidad de estas cuestiones y las dificultades que presentan, el
Prof. Pavesi define un criterio propio para acotar este debate a los
fines de la Teoría de las Decisiones. En el capitulo 8 La Racionalidad, define la racionalidad en la página 94, recuadro.
Definición 18. Racionalidad y Decididor racional
La racionalidad es el ejercicio del raciocinio, de la reflexión, del razonamiento
Un
decididor (persona) es racional para sí mismo, con referencia a una
decisión dada (acto, acción, comportamiento) cuando ésta es el producto
de algún proceso deliberado de razonamiento, de raciocinio. Es (sic)
este caso, (la decisión acto, acción, comportamiento) es racional
Respecto de la racionalidad mínima dice Pavesi:
“Pero
para que una persona sea considerada racional para nosotros – respecto a
una decisión dada- basta que haya ejercido un proceso mínimo de
reflexión en cualquiera de los aspectos del proceso decisorio descrito
anteriormente”.
Respecto del concepto de racionalidad instrumental dice
“7, la racionalidad instrumental
La
racionalidad propugnada aquí es instrumental ya que recae sobre los
medios de los cuales puede disponer el actor para obtener sus fines. (…)
La
racionalidad se ocupa de los medios para obtener fines. El problema
reside en que los fines son a la vez medios para obtener fines
superiores. En algún punto, se rompe esa cadena: cuando el fin superior
se vuelve no operativo, demasiado difuso o ambiguo. (…)
Por
lo tanto, remontando la cadena de medios-fines, a partir de cierto
nivel, la racionalidad no tiene nada (o muy poco) que hacer. ¿Cómo se
fija ese nivel, cuando un fin deja de ser medio sometido a la
racionalidad para pasar a formar parte de las “pasiones humeanas”? El
sujeto sabe cuando un fin deja de ser medio elegido racionalmente para
pasar a ser una manifestación clara de libre albedrío.”
A su vez la explica con más detalle en el punto 8 del mismo capítulo.
“Nuestra
versión de la racionalidad instrumental y mínima. Es instrumental
porque recae sobre la elección de medios para obtener fines. Es mínima
porque tiene muy pocas o casi ninguna restricción: no le exigimos casi
nada, a tal punto que para nosotros toda decisión es racional”.
Al inicio de la página 110 de la obra que estoy mencionando destaca su toma de posición respecto de la racionalidad
“Nuestra
racionalidad es más que modesta, es humilde y es mínima a ese punto que
sólo las acciones no deliberadas son irracionales”.
A
partir de esta postura, inicia una profunda crítica al concepto de
racionalidad utilizado habitualmente en la economía a lo largo de varias
páginas. Fundado en estas páginas está el titulo de este trabajo. Lo
que expresa son las causas por las cuales la racionalidad económica
podría asimilarse a una máscara que sirve para tener una falsa
tranquilidad que aseguraría decisiones exitosas. Esta
crítica la plantea desde varias dimensiones: filosóficas, psicológicas,
epistemológicas, ética. Por lo cual puede decirse que provocó la caída
de esa máscara.
Por lo menos al momento de tomar decisiones.
La subjetividad
En el capitulo 3, página 40, define lo que es el decididor para la teoría de las decisiones que elaboró Pavesi:
Definición 7. Decididor
En
sentido estricto, el Decididor D es la persona (o grupo de personas que
actúa como si fuera una sola), que elige una alternativa en la etapa
final del proceso de decisión luego de un proceso mínimo de raciocinio.
Desde otro punto de vista, D es el responsable de la decisión
En
el capitulo 9 completa su definición de la subjetividad. Con esto
muestra su criterio antropológico. NO solamente la “mente” o la
racionalidad como algo conceptual, sino cómo es la persona que decide.
“Nosotros sostenemos que:
1) el conocimiento y la aprehensión del mundo comienzan con la percepción a través de los sentidos (…)
2) Los sentidos son poco confiables y están fuertemente influidos por restricciones biológicas y fisiológicas (…)
2) Los sentidos son poco confiables y están fuertemente influidos por restricciones biológicas y fisiológicas (…)
3) Los sentidos son poco confiables porque discriminan condicionados (…)
4)
Sobre la base de la reflexión y la experiencia y a través de varias
etapas de procedimientos mentales, el individuo construye sobre las
percepciones (…)
5)
La interacción social, la pertenencia a grupos con visiones similares
(…) tienden a atenuar las diferencias de representaciones (…)”
Teoría de las decisiones
En
el capitulo 10, página 137, delimita qué es la Teoría de las
Decisiones. Apenas transcribo un texto, ya que convendría leer el
capitulo completo.
“La
Teoría descriptiva de las Decisiones describe e intenta obtener
regularidades, tendencias, leyes de comportamiento con éxito escaso si
se pretende que sean universales pero que sirven cuando se adaptan a
circunstancias especificas. El problema con este enfoque es que es
difícil, sino imposible, construir una teoría general ya que los
comportamientos difieren enormemente.”
Epistemología e Ideología
En
los capítulos 11 y 12, al igual que lo hace el filósofo Mario Bunge,
expone su posición sobre la epistemología y la ideología. En este caso,
sobre lo que considera es la epistemología de la Administración y el
postulado político que influye. Y que según dice (p. 142):
“No existe tecnología, ni aún actividad científica que no tenga subyacente algún sustrato político y social”
Para esto presenta cuatro postulados, sobre los que asienta toda su Teoría. Y luego añade:
“Por
lo tanto la TD enseñada aquí es liberal y subjetiva en el sentido que
se basa sobre la libertad del ser humano de manejarse a su antojo y,
sobre todo, la libertad de desobedecer y a rebelarse.” (p.144)
(…)
(…)
“Su
aplicación puede verse reducida en casos extremo pero no hay ninguna
toma de posición política ni ninguna promoción de un sistema político
determinado y puede utilizarse en cualquier sistema político, si bien no
puede negarse que hemos adoptado la libertad relativa del ser humano y
su infinita capacidad (potencial) de reflexión como base de la misma. Es
que, para nosotros, es una cualidad podrá ser considerado como defecto
por otros: es la mejor demostración de nuestra amplitud” (p.145)
Reflexión final
Retomando
lo que menciono en la Introducción, se ha visto que, desde diversas
disciplinas se ha criticado el falso concepto de racionalidad económica
estaba presente hasta el siglo 19.
Que
esto, ha llevado a buscar un concepto más realista sobre el hombre que
decide y que la Teoría de las Decisiones presentada por Dr. Pedro Pavesi
es una contribución en esa búsqueda.
Sin
embargo todavia puede ampliarse más su contenido desde la antropologia.
Considerando cuál es el concepto de hombre que se acerca a la realidad
de la persona humana que le permita completar sus datos sobre la razón
filosófica y psicológica.
De
las lecturas realizadas a partir del Dr. Pedro Pavesi, y como
conclusión de lo aprehendido en este rato de lectura, puede decirse que
la Teoría de las Decisiones nos transmite este legado:
-
Que, al momento de tomar decisiones, no deberían asumirse como
indiscutibles tantas certezas sino que debe saberse que la base de la
toma de decisiones es la incertidumbre.
- Que la TD acota los riesgos, pero no los anula ni garantiza éxitos
- Y que la Teoría de la Decisiones, aunque contribuye a reducirla, no reemplaza la decisión final que debe hacer el decididor.
Por
esto tiene un fuerte fundamento en la existencia del ser humano
concreto… más que otras racionalidades económicas que hoy están
fuertemente debatidas.Por
esto, profundizar el tema de la Racionalidad planteado en el seminario,
es de enorme importancia para el Doctorado en Administración, porque
hace al estado del arte actual. Y porque aporta una cuota enorme de realismo para las decisiones cotidianas de los Licenciados en Administración.
como reconocimiento a la labor intelectual de otros, publico la bibliografia.
BALLESTEROS, Juan Carlos Pablo comp., Introducción a la Filosofía, Editorial UCSF, 2007.
- BONATTI, Patricia, Propuesta de un modelo integrador, capitulo 10,
- BUNGE, Mario, " Status epistemológico de la Administración" en SCARANO, Eduardo (comp.), “Metodología de las ciencias sociales : lógica, lenguaje y racionalidad”, Ediciones Macchi, 1999
- BUNGE, Mario, “La ciencia, su método y su filosofía”, Siglo Veinte, 1986
- BUNGE, Mario, “Sociología de la ciencia”, Editorial Sudamericana, 1998
- CASTELLANI, Leonardo Th D., “Psicología Humana”, Ediciones Jauja, 2005.
CASTELLANO, Nélida, “metodología para el estudio científico de la Administración”, Eudecor, 1997.
- DE PABLO, Juan Carlos, “Después de Kahneman y Tversky; ¿Qué queda de la Teoría Económica?”, Revista de Economía y Estadística Vol. XLIII(1) - Año 2005, Instituto de Economía y Finanzas - Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Nacional de Córdoba. Puede leerse en versión digital en http://www.eco.unc.edu.ar/ief/publicaciones/economestadistica/2005_43_n1/3_55-depablo-impr.pdf . (Pagina visitada en Mayo de 2009)
- ELSTER, Jon, “Sour grapes – studies in the subversión of rationality”, Cambridge University Press.
- GAITÁN, Leandro, en Ballesteros, Juan Carlos Pablo, Introducción a la Filosofía, Editorial UCSF, 2007, p.218.
- GARDNER, Howard “Mentes Líderes, una anatomía del liderazgo”, - Emma Lankin, Editorial Paidós, 1995.
- GELI, Alejandro y otros, Teoría e investigación en Administración – Homenaje al Prof. Dr. Pedro F. Pavesi”, Ediciones Macchi, 2003
- GOLEMAN, Daniel, “La Inteligencia Emocional”, editorial Javier Vergara Editor, Buenos Aires - Madrid, 1996.
- LUCAS LUCAS, Ramón, “El hombre, espíritu encarnado”, Atenas Ediciones, colección Síntesis, 1995
- PAVESI, Pedro “La Decisión”, Ediciones Cooperativas, agosto, 2000
- PAVESI, Pedro F. J., “Lo normativo y lo descriptivo y su conflicto en las praxologias: el caso de las teorías de la utilidad (de predicadores y pecadores)”, Editorial Universidad de Buenos Aires - Facultad de Ciencias Económicas, 2004
- PAVESI, Pedro, “Cinco problemas prácticos sobre algunos problemas del decidir”, Alta gerencia – Management, año 1 tomo 1, pp. 15-30
- PAVESI, Pedro, Psicología de la Decisión (I), Apunte de cátedra, 1989.
- RÍOS SALÍA, Jorge, Deficiencias de precisión de la terminología científico – técnica de la Administración: un obstáculo al desarrollo del conocimiento administrativo”, Facultad de Contaduría y Administración, Universidad Autónoma de México, México.
- SCARANO, Eduardo (comp.) “Metodología de las Ciencias Sociales: Lógica, lenguaje y racionalidad” Macchi, Buenos Aires, 1999.
- SENGE, Peter, “La Quinta Disciplina”, Editorial Granica, Buenos Aires, 1998.
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¿Qué es bullying??
bullying: hostigamiento. Cuando alguien quiere sacarse a otro de encima o sacarlo de un lugar.
Puede usar dos estrategias:
1- por sí mismo ("chistes", mal trato verbal o físico, gritos, hacerlo quedar mal con los demás miembros de un grupo) hasta lograr que el atacado, cansado de sentirse en ridículo se aleje de un grupo.
2- o a través de otros (sembrando discordias, hablando mal, destacando defectos reales o inventados, etc) para lograr que el resto del grupo quiera sacárselo de encima.
Esta segunda estrategia es más "elaborada". Pero logra el resultado sin enfrentar directamente y sin ponerse en evidencia frente a los demás miembros. El qeu intenta sacar a otro no aparece como autor de las discordias frente a otros miembros del grupo (aunque haya ido hablando con todos) ni frente al atacado (que termina teniendo la sensación de ser el ùnico incómodo en el grupo).
El atacante, en todos los casos, cuando logra que se vaya el atacado... sique con otra persona. Ya que no es la persona en particular que le molesta. No puede adaptarse a los grupos. Busca que los demás se adapten a él y si supone que alguno interfiere en sus planes... lo saca del medio.
Conclusión: Uno u otro... el grupo se termina disolviendo. grupo destruido... si no se logra neutralizar al que ataca.
1- por sí mismo ("chistes", mal trato verbal o físico, gritos, hacerlo quedar mal con los demás miembros de un grupo) hasta lograr que el atacado, cansado de sentirse en ridículo se aleje de un grupo.
2- o a través de otros (sembrando discordias, hablando mal, destacando defectos reales o inventados, etc) para lograr que el resto del grupo quiera sacárselo de encima.
Esta segunda estrategia es más "elaborada". Pero logra el resultado sin enfrentar directamente y sin ponerse en evidencia frente a los demás miembros. El qeu intenta sacar a otro no aparece como autor de las discordias frente a otros miembros del grupo (aunque haya ido hablando con todos) ni frente al atacado (que termina teniendo la sensación de ser el ùnico incómodo en el grupo).
El atacante, en todos los casos, cuando logra que se vaya el atacado... sique con otra persona. Ya que no es la persona en particular que le molesta. No puede adaptarse a los grupos. Busca que los demás se adapten a él y si supone que alguno interfiere en sus planes... lo saca del medio.
Conclusión: Uno u otro... el grupo se termina disolviendo. grupo destruido... si no se logra neutralizar al que ataca.
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